domingo, 16 de marzo de 2008

¿DESECHAR O AMAR?




Dicen que cuando el Amor es verdadero, no se extingue ante las tormentas, crisis, peleas o desavenencias que puedan presentarse.

Vivimos en un mundo en que todo es desechable, los objetos, los artículos eléctricos, los juguetes, las comidas, etc. Ocurre también que para la gran mayoría de las personas las relaciones humanas también lo son. Esta manera tan liviana de pensar, es la que esta detrás de las separaciones matrimoniales, de las separación de las amistades, de los distancias entre los miembros de una misma familia. Razonamientos tales como: "bueno si no resulta con esta persona, mejor terminamos lo nuestro y cada uno sigue su camino", "porque sufres tanto por esa persona, mejor buscate a otra y punto" "no des tu brazo a torcer y espera que el otro lo haga", "quiero que esta persona termine conmigo mejor, que el se desilusione de mi".

¿Qué pasa con la gente? Están tan preocupados de recibir afectos, cariños, muestras de Amor y ante la primera ocasión que alguna de ellas escasea, ya se proponen vivir el capítulo final. Se olvidan que el Amor no es un jardín lleno de bellas flores, también ellas tienen espinas, no es un día sin noche, no es reír sin botar lagrimas, no es la felicidad exenta de penas o sufrimiento. El Amor dentro de sus infinitos caminos nos lleva a moradas de distinta vibración, algunas de ellas son calamidades, tragedias, tristezas profundas, desencantos, peleas, infidelidades, calumnias etc. Estas moradas del alma son absolutamente necesarias para producir en nosotros vacíos, abismos, espacios carentes de luz.

La maestra vida es tan perfecta que una vez que ha creado en nuestro corazón esos abismos asfixiantes, nos lleva a otras moradas donde nos regala alegrías, contentamientos, risas, paz provocando de esta manera el equilibrio y balance que cada uno en mayor o menor grado se merece de acuerdo a sus actos, de acuerdo a sus palabras, de acuerdo a su carácter.

El Amor no puede estar exento de obstáculos, ellos son el pilar fundamental que sostiene al edificio construido por las parejas de enamorados, pero la construcción de semejante obra, no es fácil. Es exclusiva de algunas personas, aquellas parejas que nos piensan que todo es desechable, que se ocupan de reparar, en reconstruir su Amor, aquellas parejas se elevan sobre su animalidad, aquellas que se dan cuenta que la vida es solo ilusión, que todo lo que nos ocurre es causalidad y no casualidad, aquellas que fueron capaces de trascender todo sentir pasional morboso y alienante, aquellas que dejaron de lado el orgullo del macho o la hembra herida y burlada, los que hicieron muchas veces de "tripas corazón", aquellos que aunque a veces se dormían, sabían que tenían el poder mas grande del universo dentro de si, el poder del espíritu, su esencia divina, su garantía de felicidad, su Yo eterno e inmortal.


Aquellas que no juzgaron absolutamente, sino mas bien fueron capaces de comprender al otro
Aquellas que fueron indulgentes en actos concretos, y no solo de palabra o pensamiento
Aquellas que se ocuparon siempre de dar y dar, muchas veces sin ni siquiera esperar algo a cambio

Aquellas que controlaron su lengua tan venenosa a veces

Aquellas que lucharon hasta el final del camino

Aquellas que se levantaron una y otra vez después de los fracasos

Aquellas que muchas veces permitieron que los demás los miraran con ojos de tontos, imbeciles, cobardes o extraños

Aquellas que fueron capaces de perdonarse elevándose sobre el olvido

Aquellas que se desinflaron muchas veces, pero seguían y seguían adelante sabiendo claramente las coordenadas de su objetivo.

El Amor es sufrido, el Amor todo lo aguanta, el Amor es risa y tristeza, es luna y sol, es riña y reencuentro, es comprensión sobre el entendimiento, es recorrer cada uno de los senderos del padre, sabiendo que él esta con nosotros en cada latido del corazón, en cada respiro, en cada lagrima y también en todas nuestras sonrisas, es darse cuenta de que solo somos actores con diferentes roles (madre, padre, hijo, esposo, esposa, amigo, amante etc) en el gran teatro de la vida, es tomarle profundamente el peso a la enseñanza del maestro Jesuscrito cuando decía:

"HAY MUCHAS MORADAS EN LA CASA DE MI PADRE"

Estas moradas deben ser recorridas y visitadas para conocer su reino divino, eterno, infinito. Un universo lleno hasta los más recónditos lugares de él, del AMOR.


Yo.solar@gmail.com
Osorno Febrero 2006

2 comentarios:

Viejo Zorro Filoso dijo...

Maestro. Gracias por estar en la web.
Un abrazo.

Tito Fernández

Anónimo dijo...

Maestro, que gusto poder leerlo a través de la Web. Como siempre, sus palabras son un bálsamo para mi alma, y la luz al final del túnel.

Un gran abrazo.