miércoles, 13 de mayo de 2009

LAS CELDAS DE CASTIGO 2

SENTIMIENTOS DE CULPA:
Hay personas que no pueden ser felices en la vida porque están presas cumpliendo una condena en una cárcel por un delito que han cometido. La sociedad los castigó y deben cumplir ese castigo. Sin embargo, existen muchos seres humanos que no pueden ser felices por estar cumpliendo un castigo de por vida "que ellos mismos se impusieron" empujados a nivel subconsciente y en forma irracional por un sentimiento de culpabilidad que los angustia. El ser magnético que vive en esta celda, trabaja en la mente de la persona usando para ello la influencia del super YO, o censura moral, quien es en las finales el que castiga al individuo haciéndolo sufrir y desplazar así energía magnética.

Tal como en el caso de los RESENTIMIENTOS, lo primero que debemos hacer es investigar en nuestro mundo interno si existe algún sentimiento de culpa. A continuación, es necesario responder esta pregunta desde lo más profundo de nosotros mismos. ¿Estamos experimentando la vida en forma natural, o limitados nuestra posible felicidad porque nos tenemos castigados por algo? Si existe algún sentimiento de culpabilidad y si muchas veces no logramos ser felices teniendo todo para serlo, significa que es muy posible que estemos cumpliendo un castigo impuesto por nosotros mismos a nivel subconsciente. La solución en este caso es una sola: Perdonarnos a nosotros mismos!! Levantarnos el castigo que nos impusimos para paliar ese sentimiento de culpabilidad, razonando profundamente que el único que impone castigos y otorga premios en la vida es DIOS, y que estos premios y castigos configuran el Karma de la persona, que se rige por la ley de Causa y Efecto, que es uno de los principios herméticos del Kybalión. Castigarse uno mismo es ir contra de las leyes de la Naturaleza y del equilibrio cósmico universal. Perdonarse a sí mismo es saber agradecer lo que DIOS nos brinda hoy día...y El no puede equivocarse.


LA CONSIDERACION INTERNA: Se llama así al hecho de preocuparse en forma obsesiva y angustiosa del "qué dirán", es decir, de lo que los demás piensan o hablan de nosotros y de la forma como nos tratan. Basta que a una persona la miren mal, le hablen un tanto cortante o no le contesten el saludo, para que ese individuo sea arrastrado a esta celda de tortura a sufrir lo indecible. Algunas personas se identifican sobre lo que otros piensan de él. Siempre piensan que las gentes no lo valorizan debidamente, que no son lo suficientemente finos y corteses con él. Todo esto le atormenta, le hace pensar y sospechar, y también le hace desperdiciar una gran cantidad de energía en cavilaciones, en suposiciones, y todo ello desarrolla en él una actitud hostil hacia el prójimo. Muchos escritores, actores, músicos, artistas y políticos por ejemplo, son personas enfermas. ¿De qué sufren? Ante todo, de una exagerada opinión acerca de sí mismos, y finalmente, el mal de la consideración o sea que siempre están prontos y listos de antemano a ofenderse ante cualquier falta de apreciación o comprensión.
LA CONSIDERACION EXTERNA: Está basada en una relación con los demás, por entero diferente de la consideración interior. Es adaptarse a la gente, a su comprensión, a sus exigencias. Un hombre, al considerar exteriormente hace todo cuanto es necesario para hacer más llevadera la vida de la gente y su propia vida. La consideración exterior exige conocer a los hombres, comprender sus gustos, hábitos y supersticiones. Al mismo tiempo la consideración exterior exige un gran poder sobre sí, un gran dominio de sí. Aquellos que siguen un camino espiritual se imaginan que por el hecho de tener conocimientos esotéricos tienen derecho a no considerar a los demás, sin percatarse de que en el camino que lleva a la evolución para que tenga éxito realmente, necesita diez veces más consideración externa que en la vida profana, porque solamente la calidad de la consideración externa, muestra su verdadero valor como ser humano y el nivel de comprensión alcanzando.


LAS ANTIPATIAS Y DESPRECIOS: Es frecuente encontrarnos con gentes que "nos caen mal", que culpamos de tal o cual cosa, o que despreciamos por una serie de causas, muchas veces sin fundamento serio alguno. Basta algunas veces que nos crucemos con cierta persona, para que todos nuestros músculos se pongan inmediatamente en tensión. El sujeto que siente antípatia y desprecio por otras personas, generalmente es orgulloso, engreído y prepotente, características predominantes de la persona que tiene una imagen idealizada muy fuerte.


LAS CONTRADICCIONES: Para que la gente pueda comportarse de manera aparentemente inteligente, tiene que mantener disociadas muchas partes de sí misma en su sistema psíquico, porque son partes absolutamente contradictorias, tanto que si el individuo las percibiera no podría actuar de manera inteligente, sino que se le produciría un schock interno. Muchas contradicciones son fáciles de descubrir. Por ejemplo, una persona dice querer algo y hace absolutamente lo contrario; una persona dice ser muy fraternal, amar mucho a los demás, ser muy buen amigo, y cuando llega el momento lo único que hace es insultar a la gente de la peor manera, o clavarle un cuchillo por la espalda. Las personas están llenas de contradiciones mas terribles. Siempre el sujeto se ve de una manera y actúa de otra, y aún dentro de su mundo interno puede haber 50 o 60 actitudes, ideas, maneras de pensar, que están en absoluta contradicción unas con las otras, por lo cual el sujeto tiene que mantenerlas en habitaciones separadas, y puede así comportarse más o menos inteligentemente.


RECUERDOS NEGATIVOS: Toda persona que pretende elevar su consciencia deberá convertirse en un maestro en el arte de olvidar lo negativo de su vida pasada. Toda experiencia negativa es usada por la MAESTRA VIDA para entregar una lección. Una vez aprendida la lección e incorporada la experiencia, debe borrarse aquello, no permitir que se transforme con el tiempo en un peso muerto, en un trauma cuyo recuerdo nos lleve a sufir y a torturarnos en esta celda. Tras cada uno de nosotros hay un montón de años de una vida errada, sin timón ni dirección alguna. Todo esta vida errada e improductiva, conjuntamente con las experiencias negativas debe borrarse para siempre de la mente. Para poder concentrarse en el instante presente, se debe primero aprender a desconcentrar la mente. Muchos secretos se ocultan en esta capacidad de dejar de pensar voluntariamente en algo, y que conduce a la maestría en el arte de desinflar los recuerdos negativos, de tal forma que no afecten nuestro presente.

LA AUTOINDULGENCIA:

Esta es la celda de los cómodos y flojos que sufren profundamente de su incapacidad para realizar cosas. producto de la necesidad neurótica de sobarse y acariciarse a sí mismo cada vez que es necesario realizar un verdadero esfuerzo. Herméticamente, podemos asegurar que la infelicidad del ser humano comienza siempre con el exceso de comodidades, que le permite no exigirse a sí mismos debidamente. La falta de verdaderos esfuerzos sostenidos por períodos largos, intoxica a la persona y le roba sus energías en esta celda de la Autoindulgencia. Las comodidades y el goce sensual jamás sacian realmente al individuo; sólo aumentan su energía masa, pero no lo satisfacen a nivel interno, donde sólo queda un vacío cada vez más difícil de llenar... Los autoindulgentes siempre toman el papel de víctimas ante cualquier situación que requiera esforzarse, haciendo notar cuánto trabajan, que arrastran dificultades insuperables, que los tratan mal, etc. y compensan esta situación no exigiéndose y compadeciéndose a sí mismos a cada instante y ante quien quiera escucharlos. La solución consiste en dejar definitivamente de "jugar" a hacer cosas, en tomar responsabilidades hasta sus últimas consecuencias y en proponerse algo y cumplirlo aunque en ello juegue la vida. Los autoindulgentes jamás triunfan en la vida y el éxito sólo corona a aquellos que no miden sus esfuerzos y que saben realmente cómo emplearse a fondo cuando se proponen algo importante.

Con frecuencia se dice que para ser efectivo se debe actuar con fuerza e inteligencia, pero ¿Qué se puede ganar con tal actitud? Al final uno queda comprometido por la efectividad de sus acciones, tratando de acatar las formas, forzando las emociones a aquello que no se puede obtener y lo que no podemos someter, solo hay un camino que seguir, a veces la acción indicada es no hacer nada... y todo se logra.

HOMBRE SOLAR

MAYO 2009