lunes, 14 de enero de 2008

I.N.R.I.

El siglo XI de nuestra era, coincide con el florecimiento del Sufismo, la doctrina esotérica del Mahometanismo o religión de Mahoma. Unido a una poesía simbólica que siempre tuvo un carácter místico y oculto, el Sufismo luchó contra el materialismo y contra los fanáticos que se apoyaban únicamente en el entendimiento literal del Corán.


Una de las características originales del Sufismo fue la mezcla armoniosa de la sensualidad y la vida material con la espiritual, cuestión incomprensible desde el punto de vista de la moralidad cristiana de occidente que ha considerado siempre "lo carnal" como pecaminoso y antiespiritual. Para los musulmanes en general y especialmente para los sufis, lo relacionado con la vida de la materia, lo carnal y lo sensible era totalmente aceptado como personificación de cuestiones espirituales. La expresión de verdades esotéricas en el lenguaje del amor, por ejemplo era un costumbre ampliamente difundida en Oriente. La doctrina esencial del Sufismo preconiza la unión del Alma del ser humano con el Supremo Creador, es decir, la parte de Dios que llevamos en lo profundo de nosotros mismos. El Sufi sostiene además que no existen elementos en el lenguaje humano que puedan expresar la unión entre el Alma y Dios tan bien como la unión por el verdadero amor entre el hombre (el espíritu) y la mujer (el alma) y que esta unión se realiza luego de un proceso de purificación que permite al iniciado llegar a lo profundo de si mismo…

La iniciación que los maestros Sufis entregaban a sus discípulos consistía precisamente en guiarlos adecuadamente en este viaje hasta lo más profundo de su mundo interno. Esta verdadera bajada a los infiernos le permite al iniciado conocerse a sí mismo en forma real y efectiva, y si posee verdaderamente pureza de corazón y rectitud de propósito, logrará atravesar este infierno y saldrá sin mancha, purificado por ese fuego interno y regenerado. Esto es precisamente lo que significa la sigla I.N.R.I, Igne, Natura, Renovatum, Integra: "el Fuego de la naturaleza lo renueva todo".

En este camino que el Iniciado debe seguir para superarse, deberá enfrentar a su "individualidad Oscura" o alma animal, que es el principal enemigo que tratara de cerrarle el paso. Esta alma animal es una proyección del alma de la especie homo sapiens, puesto que éste, como animal, posee una alma colectiva como la tienen todos los demás animales. Tanto los mamíferos como las aves, los peces, los insectos, tiene un alma colectiva que dirige la evolución de las especies animales, regula su comportamiento como bestias y produce una serie de fenómenos de diversa índole.

El alma colectiva de los monos los llevó en un momento del remoto pasado a bajar de los árboles y empezaron a caminar, no en cuatro patas, sino enderezándose paulatinamente y en un instante dado de la evolución reciben la chispa divina que les proporciona la inteligencia, sin embargo conservarán intacta su alma animal. El homo sapiens tiene entonces un alma colectiva que se origino en la época del hombre prehistórico, cuando comenzó
a pasar de estados muy primitivos a estados de mayor inteligencia y de mayor evolución. La Biblia hace referencia a este herencia animal del ser humano cuando habla de "La Gran Bestia" que ha sido llamada también Satán y a la cual los antiguos egipcios denominaron la Serpiente Negra.

Nada saca entonces una persona con cultivarse, educarse, ser muy inteligente, si continua perteneciendo al alma colectiva de la especie que la va a controlar y dirigir aboliendo sus facultades superiores. La gran mayoría de las escuelas esotéricas y organizaciones ocultistas que existen hoy día, se limitan a enseñar muchas cosas a la gente, que le van a servir sin lugar a dudas para trabajar en sus complejos, en mejorar su estado de salud, en aumentar las energías, etc., pero en ningún momento van a tratar de liberarlo del alma animal de la especie.

Los primeros pasos en una verdadera Escuela Iniciativa van encaminados a que el estudiante logre liberarse del alma colectiva del homo sapiens, y esto solo justifica cualquier sacrificio, no importando que la persona llegue únicamente hasta allí, puesto que a partir de ese instante nace un nuevo Ser Humano. Cuando hablamos de Seres Humanos verdaderos nos referimos a Jesucristo, Buda, Zoroastro, Orfeo, Pitágoras, seres más o menos de esa envergadura son los verdaderos Seres Humanos. Las personas que nos rodean habitualmente son homo sapiens, no seres humanos, ya que para esto último es necesario separarse del alma colectiva animal.

Cuando una persona comienza su iniciación, empieza a tomar una serie de decisiones, a tener ideas, a sentir cosas y a experimentar emociones y sentimientos. Cabe preguntarse entonces ¿ de dónde vienen? ¿Serán producto del homo sapiens o del espíritu?. Estos son lo dos extremos, los dos polos en que se debate el estudiante y toda la Iniciación todo el camino está entre estos dos extremos. Entonces en un momento dado pueden surgir las tentaciones, las ideas locas, los resentimientos, la envidia, la prepotencia, los celos y mil cosas más, todos instrumentos de la gran Bestia, que esta ocupada en evitar que el iniciado pueda liberarse del alma colectiva de la especie y logre realizar efectivamente como verdadero Ser Humano. Cuando Jesús se retiró al desierto a orar, se le apareció el demonio y fue tentado, y hasta El tuvo que enfrentar a la Bestia y experimentar la ordalía.

El homo sapiens es una criatura muy nueva, evolutivamente hablando, sobre la tierra y se estima que tiene alrededor de 10 millones de años de evolución, contra tal vez 100 millones de años de existencia, es decir, ha evolucionado solamente un 10 por ciento del tiempo que existe como sapiens. ¿Qué significa la Iniciación desde este punto de vista? Un salto en el tiempo, significa una "mutación" que permite acortar un proceso que tomaría miles de años, mediante los conocimientos, los poderes y la estructura que las Escuelas poseen para dar la oportunidad a aquellos que sigan este camino de liberarse para siempre de la Gran Bestia…


yo.solar@gmail.comOsorno, Chile
Diciembre 2006

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